martes, 7 de diciembre de 2010

Muchas gracias por su atención

Por Carina Velo
Seminario de Poesía
Año 2010

Locutores de las calles,
vendedores del sólo por hoy permanente,
recorren la motricidad de colectivos
con un entusiasmo rígido
y ajeno.
Bolsos repletos,
con ansias de adelgazar,
cargan con los buscas y sus sonrisas.
Ruido
Humo
Calle
La noche los acuesta agotados,
y sus vasijas con correas
vuelven a llenarse,
para nutrir con sus pérdidas
esas muecas,
y esa voz.

Choque

Por Carina Velo
Seminario de Poesía
Año 2010

El cielo mundano
evidencia la noche,
lunas imprudentes
recorren la escena como ojos enemigos.


Él simula,
como jamás ha hecho,
la carencia de ataduras
y pechos anudados.
Simula la libertad
y el desprecio de las glorias.
Solo,
ante la inmencidad,
rosa el discurrir del todo,
de todos.
Enfrenta, sin más,
la mirada criminal de un dios.

El último tren

Por Alicia Barboza

Seminario de Poesía

Año 2010


Susurro palabras buscando la adecuada

Tratando de que mis mensajes perduren.

El dolor es algo que no espera.

El tren llega, se detienen en el andén,

Nos invita a subir.

En su silenciosa espera.

Subes.

Miro la partida respetuosa y alucinada.

Veo alejarse un sinfín de recuerdos,

Vivencias compartidas que parecen enlazadas

Por los misterios mismos de la vida.

Acarreando girones de mi misma

Escondidos en esa pequeña figura sobrecogedora,

Sola, guardando un asiento a tu lado.

Más, en este tren, no subo.

Espero en el andén.

Desaferrarse

Por Bárbara Dibene
Seminario de Poesía
Año 2010

¿Podrías deshacerte de las fotos que tomaste?
Instantáneas matizadas de risas
con sabor a eternidad.

¿Podrías batallar tus recuerdos?
Hasta vencerlos y dejarlos derrotados
en el vacío de la des-memoria.

¿Podrías dejar que te olviden?
Renunciar a tu nombre y tu voz,
sin esconder una copia en los ojos de nadie.

¿Podrías realmente aprender a morir?
Sin reclamos ni aspavientos,
sin aferrarte a tu almohada,
abandonando el tiempo
que ya no te pertenece.

Por Álvaro Vildoza
Seminario de Poesía
Año 2010

Ceguera

Habrás cerrado los ojos
mientas la ciudad se empañaba
cuando llovían suplicios.
Habrás evitado oír
los pasos desorientados de los
niños sin camino
a ningún lugar.

Habrás palpado tus bolsillos
cerrándolos,
ahogándolos
ante la húmeda mirada
del pedido cotidiano.


Habrás girado la cabeza
y caminado a casa tranquilo,
como yo.

martes, 30 de noviembre de 2010

Tatuaje

Por Melisa Morini

Seminario de Poesía

Año 2010


Llevo al país en el tobillo izquierdo

lo llevo a todas todas partes.

Lo paseo por estas, aquellas y las otras tierras.

Cuando estuvimos lejos, como si fuera un grillete que atado está a mi casa,

a las personas,

a este mate que esta dulce,

a las rocas de la Alfonsina,

al asado de los viernes,

al puchito en las plazas de La Plata,

las idas y mil vueltas en tren.

El sanguche de milanesa. El sanguchero,

las tortas fritas si llueve, sino también,

los domingos se mira el partido.. se comparte un vino.

Le hice caso a mi tobillo, volví y lo haría siempre de nuevo, a mi querido paisito,

que llevo dibujado sobre mi pierna izquierda.

Paso de anciano

Por Marcela Ojea
Seminario de Poesía
Año 2010

El caminante sin luz gasta pasos recorriendo pensamientos. Lleva el cuerpo vencido y la mirada cansada. ¿Acaso ya no le queda nada que le alce los ojos? Busca en el suelo aquello que apague sus días, desea que el frío sea eterno, y no desandar en sus recuerdos.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Imprudente discurrir del alma

M. Paz Padilla
Semiario de Poesía 2010

Opacos los ojos,
que no se apagan porque sí,
que tantas veces perdonan
y miran ya sin respuestas.

Tus ojos soledosos mujer,
prohijos de tanto,
discurre en poesía,
tu criminal imprudencia.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Tinieblas

Por Alicia Barboza

Seminario de Poesía

Año 2010


Cuando las tinieblas de la vida,

Se transforman en muro de contención,

de ideas que fluyen con rumbo libre,

- cual cascada en caída natural.

Cuando las tinieblas de la vida,

transforman el instinto primario,

de lo necesario y vivencial

- trabando hasta entumecer.

Cuando las tinieblas de la vida

Adormecen los sentimientos

Dejando caer las hojas de la vida.

Cuando a las tinieblas de la vida

Pudiéramos iluminar, bastaría con dominar

la vuelta de campana del barco en la tormenta,

salvándonos con prestancia y sabiduría

del ostracismo… emergiendo!

- como bocanada de aire al nadar.

Continuo

Por Carina Velo
Seminario de Poesía
Año 2010

El vacío consume torbellinos
en una espiral de indiferencias.
Los engranajes oxidados rechinan
opacados por el ruido que aturde.
Y la cortina de hierro cae precipitada
ante las luces y oscuridades epilépticas.

El dolor encapsulado revienta
sobre las marionetas que creen en la libertad.

Gritos sin voz
aunan amebas que buscan sus formas.

Estas neuronas y uñas eléctricas
erizan el vapor asfáltico.
El átomo terráqueo
sigue,
eterno.

jueves, 14 de octubre de 2010

Cada instante del instante

Jorge Garay

Seminario de Poesía 2010

Frente a un instante “nietzcheano”

se encuentran

para volverse

dos soledades.

Un pórtico las separa

miran

hacia atrás

y hallan la eternidad

hacia adelante

el infinito se perpetúa.


Atrás y adelante chocan,

pasado y presente se confunden.

El tiempo es ese instante

donde el futuro no vive

pero lo buscan:

(jóvenes permeables de ideales)


La puerta termina

La acera comienza y

se aleja, se une con otras:

testigo de bocas enemistadas

de brazos que abrazan utopías

del amor y su última conjugación.

martes, 12 de octubre de 2010

Inercial

Por Carina Velo
Seminario de Poesía
Año 2010

Cae,
ama y cae,
desde lo más sublime,
con ondulaciones y precipicio,
muecas de felicidad y lágrimas evaporadas.
Cae,
ama con pólvora,
la cabeza se proyecta
hinchada de amor,
las palabras no salen
por la velocidad de
su desnudo derrumbe.
Cae,
y el fin inmediato,
y el amor se estrella,
y el piso de la realidad,
y la muerte.

Muralista

Por María Paz Padilla
Seminario de Poesía
Año 2010

Esperaré tus pinceles,

mientras penelopeo,

exenta

de revelaciones.


Amar es hoy

un mural de llaves,

es más

que hablar de amor.


Quebrar el miedo,

hasta la eternidad.

Hasta la voz

Por María Paz Padilla
Seminario de Poesía
Año 2010

a H. Preler

Es tu pasión al decir
que cambia dentro de todo
algo,
hasta lo inimaginado.

En lo que excede,
un desafío,
lo que llega.

Tu hablar,
no es
tan sólo eso.

Amar

Por Alicia Barboza
Seminario de Poesía
Año 2010

Amar hasta que la espera,

a veces nostálgica, se consuma,

como la vela en su candelero.



Amar

Estado transformador,

que colorea y delata,

momentos íntimos,

como escondite pecaminoso

del placer desenfrenado y natural.



Amar

Dulce melodía que atraviesa

mares, cielos, fronteras.

Sin la disyuntiva distorsionadora,

del significado de su estado.



Amar.

Solo amar.

sábado, 2 de octubre de 2010

Aparecidos

María Paz Padilla

Seminario de Poesía 2010


Los omniscientes. Los cómplices. Los inocentes. La infamia, ya en el 73’. Los fusilamientos en la calle. Las balas y el abuso de poder en los hogares.

La gente que faltaba. Las torturas. El miedo y la grasa en la piel. Los centros de detención atestados. Entonces el 75’ y “los vuelos de la muerte”. Y el 76’,

cuando el mar devolvió

los cinco primeros cuerpos

que no le pertenecían.

Los lápices

María Paz Padilla
Seminario de Poesía 2010

“Encontré una trinchera,

para luchar por una causa justa”

Daniel Racero,

secuestrado el 16 de Septiembre de 1976

y asesinado por el Gobierno Militar.

“Es inevitable que sigamos luchando

por los mismos sueños”

Pablo Días,

liberado con vida del secuestro

realizado el 16 de Septiembre de 1976

por el Gobierno Militar.

“Quédate ahí, lo que dure la injusticia”

Jorge Falcone, poemario 2007

Ayer los vi en la marcha,

saltando por Julio López,

cantando por Luciano Arrúa.

Afirman en sus carteles:

“Ningún pibe nace chorro”;

quisieron, quieren,

maestros que los contengan

y no policía que los reprima.


Desanudaron “la incógnita”.

Hoy los encontré,

reparando la realidad.

jueves, 30 de septiembre de 2010

La pintura

Bárbara Dibene
Seminario de Poesía 2010


Los colores de la savia
salpicaron la hoja en blanco,
haciendo la mejor de las pinturas.

Arriba el sol congela momentos
y la tierra se seca en las manos,
abajo el hielo calienta la vida
y el cielo se alza limpio sobre un lunar.

Los ojos de pupilas curiosas
intentar descubrir sus detalles
observan atentos las elevaciones,
los quiebres y hondonadas,
pero siempre se les escapa un color,
un aroma, una flor escondida.

Los ojos de pupilas curiosas
hablan en lenguas extrañas
que se mezclan al contar
las mismas historias,
palabras de tinta seca
multiplicadas en el líquido invisible
que huele a seibo y sabe a trigo.

La Argentina

Marcela Ojea
Seminario de Poesía 2010

¿A dónde vas, mujer sin Brújula?
cansada de caminar sin rumbo,
hastiada de caer en pozos de desilusión.

¿A dónde vas, mujer triste?
Sufriendo por heridas aún abiertas,
buscando hijos sin rostro.

¿A dónde vas, mujer joven?
Cometiendo errores de niña,
pero con sabiduria de anciana.

¿A dónde vas, mujer lastimada?
Desangrandose por traiciones de los tuyos,
peleandose por pasiones ajenas.

¿A dónde vas?
Argentina... ¿a dónde vas?

Querencia

Por Jorge Garay
Seminario de Poesía
Año 2010

“El árbol será una frágil rama,

donde había casa habrá páramo.

Volverás.

No tendrás más personas

que la primera:

mímesis de una sombra ebria.

La misma huella no caminará

la misma calle.

Errarás.

Las sienes se habrán nevado

y no necesitarás relojes

ni calendarios.

Llorarás.

Vivirás tus vidas

y aunque otras perezcan

celebrarás el futuro incierto

del mortal.

Por fin, descubrirás

que en la querencia

aún habita la ausencia.”



Así habló Manuel Belgrano,

entre tribulaciones,

tras el éxodo.

Veinticinco de cada Mayo

Por María Paz Padilla
Seminario de Poesía
Año 2010


Ninguna Revolución hubo ocurrido,
leía y reía "¡nos liberamos!"
y lloraba la vida de Moreno,
la verdadera rebelión
del pueblo que hubo siempre.

Del manual de operaciones
que la junta
manchada de encargos,
de veneno,
de muerte,
negó a la independencia.

Sino ¿por qué esta propiedad privada
hasta de la calidez del sol?

jueves, 23 de septiembre de 2010

Paleta de colores

Por Alicia Barboza
Seminario de Poesía
Año 2010

Paleta de colores,

estados de ánimo.

Fundiendo primarios

Logramos secundarios

Sustento de vida.


Grises son los días

De los sin techo

De los de a pié

A los que duele el alma


Naranjas, rojos, amarillos,

corazones henchidos de amor

Placeres a flor de piel,

sin ocultar rubores.


Verde, caoba, tierra, celestes,

Naturaleza impetuosa e irresistible

Sin poder detener la vida en convite

Ante la trampa silenciosa… libidinosa.



Paleta de colores,

que nada ocultas,

ante el deleite,

de los que te ven.

Pobreza

Por Alicia Barboza

Seminario de Poesía

Año 2010


Dos más dos son cuatro,

desecho dos panes

No son cuatro comidas.

-Alimento

Indiferencia del poderoso.

Sublime subsistencia,

pobreza ignorada.

Countries, chacras,

Guetos de vidas derrochadas,

ante ambiciones desmesuradas.

Abstemios de realidad.

Cartones, chapas, braseros,

calores vitales del indefenso.

Sentido de vida.

A pesar de todo.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

¿Equilibrio?

Por Alicia Barboza
Seminario de Poesía
Año 2010

Equilibrio, proterva palabra,

Pareces ensañada con un futuro tormentoso,

acelerando cambios borrascosos

mimetizados con historias memorables.

Recordadas con nostalgias, esforzando,

- la búsqueda del equilibrio.


Imponer un contexto?.

Enmarcar lo enmascarado?.

Analizar la nebulosa visión, de la sinrazón?

Fingiendo una realidad, recostados,

como mecedora en el centro del huracán?

- buscando el equilibrio.


Quizás, aprehendiendo con firmeza,

Enseñanzas de logros, de héroes ignotos,

hacedores de nuestro pasado,

logremos en paz, en búsqueda afanosa

- ese equilibrio, hoy,

- desequilibrante.

martes, 21 de septiembre de 2010

La Poesía

Por Bárbara Dibene
Seminario de Poesía
Año 2010


Caprichosa y rebelde
se deshace en las manos
y estrella en papel.
Ta vez nace en mi sangre
y queda en el olvido.
Tal vez muere en mis labios
y resucita en piruetas de grafito.

Inocente e infantil
resulta corrompida
cuando mis manos la secuestran.
Sin culpa la desarmo, altero,
fuerzo y engaño
para darme cuenta al final de un punto y coma
que nunca me perteneció.

I

Por Carina Velo
Seminario de Poesía
Año 2010

La huella embarrada se adhiere a la piel,
entre la humedad que cala los huesos,
y la puntuación que ensucia,
molesta.

Las palabras chorrean polvo mojado.
Y ese barro que se hace savia, esencia,
rellena nuestros huecos huerfanos de la realidad.

Líneas que raspan,
comas que rozan,
letras que hieren.

Poema

Por Alvaro Vildoza

Seminario de Poesía

Año 2010

Y uno les ruega a las palabras

que se evaporen, que se condensen

que lluevan

que suban escaleras, que susurren,

que suspiren

que vean y no pierdan tiempo

(esta vez)

en pestañear

Y uno confía en las palabras

para que digan sobre papel

lo que uno

silencia

a gritos

desde la garganta

Y uno les encarga a las palabras

que, por fin

espíen

Y que, quizás

(¿quién sabe?)

se humedezcan

Uno y otro, todos

Por Florencia Correia
Seminario de Poesía
Año 2010

Un poeta lacónico, oficinista, caótico.
Otro de pantuflas y sin relojes.
Uno desvariado, alcohólico, prostituto.
Otro pensando el silencio.
Los poetas muertos.
Los malditos.
Un poeta utópico, romántico, alado.
Otro arrojado a la hierba.
Uno cirujano, preciso, idílico.
Otro viajante de los tiempos.
Las poetizas suicidas.
Las vivas.
Un poeta militante, certero, fugaz.
Otro poetudo que poetiza Poe.
Uno extranjero de la tierra.
Otro con uñas y dientes.
La poesía que espera,
la puerta.

Poe

Por Cristina Bronzatti
Seminario de Poesía
Año 2010


Alguna vez leí:

"Todo místico tiene un vicio oculto”


Aquel hombre tenía en sus ojos la llama del misterio,

tan bien expresado con sus manos

en gloriosas palabras,

tantas veces condenadas por adversarios que,

hicieron su alma un poco más fría

más putrefacta.


Las penas en vasos ahogadas,

le daban inspiración con cada centímetro que tomaba.

la tortura de aquel pasado,

una familia sustraída de su vida en la infancia y

otra que con desprecio olvidaba.


Corría el 7 de octubre de 1849

y dejaba la última botella de alcohol al costado de su
almohada,

salió con furia desenfrenada de su casa al habitual camino,

su amigo lo esperaba
y no lo vio llegar…


Ese hombre, murió en
las calles de Baltimore.

Aquel misántropo Edgar Allan Poe.

martes, 14 de septiembre de 2010

Adolecencia en DO RE MI

Por Melisa Morini
Seminario de Poesía
Año 2010

A Lila
Ya no alcanzaban los rincones de la ciudad,
contaba de mis teorías a sordos oídos.
ensaba música, sentía flores, olía libertad...
pero, ¿qué hacía con todo eso? Estaba sola
Aunque no por mucho tiempo. Fue hermoso verte llegar.
Es hermoso recordarlo.
Compartimos las valdosas, remontamos miles de cielos.
Sacudimos frenéticas las ideas, nos fumamos de lleno las playas.
No nos bastaron las horas del día, acabamos con todo nuestro paso.
Litros de mares tomados, leídos los versos cien veces,
comidos los duraznos, masticadas sus pulpas,
aún me mojo los labios con el mismo jugo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

L. Nada A.

Por Carina Velo

Seminario de Poesía

Año 2010


¡Hasta nunca!

Su desencanto lo había llevado a despedirse,

depresión que encarna en pena.

La bala lo había hecho trascendencia

y las carrozas de fuego lo llevaban al progreso.

La traición había enceguecido sus noches,

como la tapa del ahora ataúd funesto.

Su vida había sido ajena, de tantos otros,

su muerte tan propia como el horror.

¡Hasta luego!

Se saludó con la última lágrima de tristeza.

Mantenía la esperanza de que alguien levantase su pañuelo.

Los fantasmas de las sombras no espantarían su firmeza

ante los altos enigmas de la vida.

Las boinas aun persistían en algunas cabezas intransigentes.

¡Hasta siempre!

Ruge su sangre liberada,

con el anhelo de que algún joven evoque sus barbas,

de que su lucha llegue a los más nobles corazones.

Deja un beso en nuestras frentes para que las conservemos puras.

Su buena política sólo se concibe con patriotismo, con amor.

Lisboeta

Por Carina Velo
Seminario de Poesía
Año 2010

Caminaba despacio y no hablaba,

transitaba y sentía el mundo,

sentía y pensaba lo que sentía.

Existe.

Existió en su universo perecedero,

en las calles y las inmortalidades momentáneas,

en los amores inmerecidos por no hablar,

por caminar, sentir, pensar.

Era,

era poco, es tanto,

era simple, es majestuoso,

era poeta, es.

Cenizas

Por Bárbara Dibene

Seminario de Poesía

Año 2010


Luce fría y al mundo ajena,

parece mármol cincelado en pena.

Se ahoga en llantos sordos,

gritos mudos y desafíos

que nadie escuchará.

Se deshace en promesas

y artilugios vencidos

que no la pueden salvar.

Se quita el velo

y corre el rush,

recuerda el suspiro inconexo

y el desenlace fatal.

Subsisten sólo cenizas

de aquello que él fue

y aunque intenten mentir los ojos

todo lo sabe la piel.

Una mujer

Por María Paz Padilla
Seminario de Poesía
Año 2010
A Prodan.

Ella tras el vidrio
exhala y esconde.
Le sugiere sin más,
una figura ebria.

Él se rebela,
la niega porque sabe
y repite con furia,
que su jardín fue arrasado.

Poema

Por María Paz y Melisa
Año 2010

Un día ocurrió
Eros y Tánatos al unísono en el tiempo
traspolados, sulfatados, lejos.
En el Pont des Arts,
vestidos de clochards.

Entre las chispas que salpican sus plumas
al rozar el papel,
ahí mismo, desde opuestos se igualan.
No hay fornteras
aunque las delimiten los mapas.

Le llegó a Tánatos una carta de Eros,
en la carta decía que no se fuera
que no, que no,
que la quería viva.
Tánatos no respondió.
Tánatos había vuelto.

Le dejó a Rocamadour
sus trabajos, sus noches y sus muñecas.

Escribir

Por Marcela Ojeda
Seminario de Poesía
Año 2010

Hoja vacía
hoy la inspiración se fue de paseo
con los pensamientos
La incertidumbre es la única compañía.

papel en blanco
ideas pasajeras que lo llegan a ningún lado
la angustia se acerca
La desesperación golpea la puerta

La nada misma
Las agujas no se detienen,
en la mente solloza la culpa
Amanece y permaneces desnuda.

Espera

Por Álvaro Vildoza
Seminario de Poesía
Año 2010

Penumbra de sobremesa
bajo una ventana nocturna


Varias latas de cerveza
Vacías
y un cuaderno manchado.


Recetas pegadas
en la heladera.
Agujas en la mesada
negaciones hamacándose en la silla


Y el vaso sucio, y
las lapiceras sin tinta.


Y el timbre que dejó de funcionar
desde el diagnóstico




desde el diagnóstico

sábado, 11 de septiembre de 2010

Primavera que no llega

Por Álvaro Vildoza
Seminario de Poesía
Año 2010

Fue arrastrada, llevada hasta lo más profundo. Desde una tristezade ventana a medio cerrarmira como llueven calores y se secan hojassobre el asfalto ardiente. Unos caminan ciegos,otros ignoran las gotas que no mojan ni alimentan, hacen caso omisodel rocío caprichosocayendo hacia arriba. Nos robaron los pétalos y nos ahorraron perfumes dicen sin hablar otros más allá. Perséfone lo observa todo desde una ventanay amaga con cerrarla para salir de nuevo. Sueña con los tiempos tibios en que las lilas, la miel y la luz del sol eran escenario constante de sus versos.

Poema

Por Álvaro Vildoza
Seminario de Poesía
Año 2010

Y uno les ruega a las palabras
que se evaporen, que se condensen
que lluevan
que suban escaleras, que susurren,
que suspiren
que vean y no pierdan tiempo
(esta vez)
en pestañear

Y uno confía en las palabras
para que digan sobre papel
lo que uno
silencia
a gritos
desde la garganta

Y uno les encarga a las palabras
que, por fin
espíen
Y que, quizás
(¿quién sabe?)
se humedezcan

X

Por María Paz Padilla
Seminario de Poesía
Año 2009


Lo que ruego es que muera el día,
como el alivio de lo que muere.

Lo que importa,
cuando siente,
lo que dice,
lo que cura,
el alivio.

lunes, 30 de agosto de 2010

En lo profundo

Por María Paz Padilla
Seminario de Poesía
Año 2009

Busco en lo profundo las corcheas rotas.
Rompe
la gota al caer.

Me escucho,
rompen mis tímpanos.

Y ellos saltones, vidriados, pardos,
sólo ven.

Segundo

Por María Paz Padilla
Seminario de Poesía
Año 2009

Desprendo,
ternuras de la sien,
abre el oxígeno,
en un segundo,
de entrar
y correr.

Poema

Por María Virginia Fuente
Seminario de Poesía
Año 2009

Los leones rondan la casa
son leones de sombra,
crueles y escurridizos.

Supimos de su presencia
demasiado tarde.

Los leones cercan la casa
y adentro
nos culpamos y nos aterramos.

Nos han dicho que existen trampas
para leones ensombrecedores
pero no sabemos cómo
conseguirlas.

Alguien dijo que la niña de la casa
podría espantarlos.
Pero la niña está dormida, como muerta.
Y nadie se anima
a despertarla.

lunes, 23 de agosto de 2010

Gracias por el hielo

Karina Comas
"A la escritura por otras puertas"
Año 2009

-Hablemos de su técnica- le dije mirándolo tímidamente a los ojos
-¿Cuál de ellas?, me preguntó con sorna ¿La del arte de seducir mujeres? O tal vez la de cómo aplastar la tecnología y recuperar el goce de tener libros entre los dedos? También le puedo hablar de construir crónicas en medio de las balas de cualquier guerra…
-Cualquiera de las que me nombró me resultan intrigantes, pero aún puedo vivir sin el arte del levante de féminas, me llevo muy bien con los celulares conviviendo con mis libros y en cuanto a las guerras, trato de no leer demasiado. La técnica a la que me refiero es más urgente, más vital y sanguínea para mí…sentencié frente a aquel hombre canoso y descaradamente alto cuya mirada enamoraba hasta las estatuas.
-Hable, hombre, vaya al grano-apuró mientras tintineaba los cubos de hielo de su segundo vaso de whisky escocés.
Justo a mí me. habla de ir al grano, justo él que es el maestro de la creación, del suspenso, de la concesión al lector.
A mí que siempre le quise preguntar todo, o algo, o simplemente copiarlo en unos cuantos párrafos. A mí que había leído más cuentos suyos que de ningún otro y adornaba mi biblioteca obsesionada con sus libros. A mí que hoy lo miro atónito por sus destrezas latentes, por su sistema de caja negra. Parado ahí, emulando a García Márquez
dirimiéndome entre el lector admirador y el periodista que tenía la oportunidad de hacer el reportaje de su vida.
Me gana el lector enamorado de su autor y disparo:
-La del iceberg, esa creación suprema de no decir, de sugerir con lo no dicho, Ernest…
-En literatura se está limitado por los que ha sido hecho satisfactoriamente. Así que he tratado de aprender algo distinto. Primero de eliminar todo lo que es innecesario, comunicarle al lector mi experiencia, de modo que después de leer algo, él se convierta en parte de mi experiencia y le parezca que realmente ha ocurrido. Luego viene el diálogo, par darle vivacidad y sentido. Pero hay algo que debe recordar en especial : la misión del escritor es decir la verdad. En el iceberg, la parte que se ve es la verdad y la de abajo, la invisible, es la poesía a que se le imprime. Van de la mano, la retórica y la literatura le permiten el trazo lúdico, el sabor mezclado entre lo dulce y lo amargo, mientras que lo que emerge es una fotografía directa y fuerte- explicó con tono de maestro.
Tiempo después, el iceberg se desplomó, se derritió y se fragmentó en miles de espejos pequeños. Y aquella fotografía directa y fuerte se transformó en un disparo certero de escopeta salido de sus manos grandes que gatillaron el injusto suicidio que aún retumba en las letras de todo el mundo

Una nota sobre H. G. Wells

Por Mariano Dubin
“A la escritura por otras puertas”
Año 2009


Todos sabemos la mala influencia de la literatura: prostitución, drogas, socialismo. Máxime si la mezclamos con la senectud (momento oneroso al higiénico siglo que nos alberga, de pronta desaparición, esperemos.)
H. G. Wells, en su cuarto. Olor a moho, humedad, libros viejos. Las paredes atiborradas de mapas. (Me pregunto qué hace el estado con los impuestos para limpieza y barrido.) Su cuarto es el fresco de un mundo que se aplasta gracias a la Ciencia, a las Guerras Mundiales y a los Desodorantes de Ambiente.
- Señor Wells –comencé la entrevista- Gran Bretaña ha mejorado sustancialmente su nivel de vida, su economía continua creciendo… entonces dígame: ¿cómo mantiene sus opiniones sobre la decadencia del Mundo Occidental?
- Usted conocerá seguramente lo escrito por Spengler –“Pastas Spengler”, para no conocerlas, no sé en qué piensa este viejo desvariado- no obstante pienso en otra decadencia. ¡Por Dios! ¿Cómo podemos vivir en un mundo donde el hambre sea posible? Piense en África…
- ¿África? Malthus ya nos advirtió de la sobrepoblación. En todo caso, África o Irlanda. Lo importante es nuestra Gran Bretaña, ¿no?
- Gran Bretaña ya no existe, tampoco el Imperio Británico que es un apéndice de otro Imperio. Sin embargo, Gran Bretaña me tiene sin cuidado. El hambre, señor, el hambre…
- Déjese de hinchar Wells con el hambre – de hecho estaba pensando en la opípara cena que mi criada debía prepararme y estos pobres me estaban abriendo el estómago raudamente -.
- ¡Infame! Es el destino de la humanidad, ¿entiende?
- …
- Entonces…- su sabiduría me apabulla realmente y entre frase y frase debo contrarrestarla con una breve siesta.
- …
-
- ¿Sabe, Wells? Un libro suyo me gustó mucho…
- ¿En serio?
- Sí, sí realmente me gustó mucho: La máquina del futuro.
- La máquina del tiempo.
- Ese, ese… sí, inclusive me resultó un libro práctico.
- ¿Práctico?
- Absolutamente. Es más, en una editorial he escrito: “¿Cómo solucionar un mundo sobrepoblado que el señor Malthus ya nos había advertido? ¿Qué hacer con tantos indios, comunistas, negros y sodomitas varios? Bueno, ¡mandarlos bajo tierra a trabajar! Porque el futuro es para los pueblos que prosperan con su esfuerzo de aplastar cráneos ajenos. Ya lo decía el señor Darwin: “sólo los ingleses sobrevivirán”.
- ¡Por Dios! ¿ha leído alguna vez a Darwin?
- ¿Eso importa, Wells?
- Absolutamente. Cada día más el hombre es esclavo del martillo, de la tuerca, de los clavos y olvida el libro. Entonces las plagas, las guerras, el hambre. Las guerras y las guerras…
- No me ilusione, Wells. He dispuesto parte importante de mi capital en la Industria Armamentística.
- ¡Innoble!, ¡inmoral!…
- Mire, no me hable de moral. Mi esposa habla como usted. Antes de la guerra pude comprar 5 % de las acciones de laboratorios Bayer. Pero mi esposa me decía que la salud era sagrada, que el cuerpo era sagrado, que Dios y la Medicina, que la salud no es negocio…
- Pues algo razonable, al fin.
- ¿Pero sabe qué sucedió? Mi cuñado, que posee una otitis crónica para los sermones femeninos, poca importancia le dio a esas palabras y compró el 5 % de dichas acciones. Eso fue poco antes de la guerra. Entonces, Bayer mejoró sus medicamentos utilizando los campos de concentración nazi como laboratorios. Negros, judíos, gitanos aumentaron día a día las acciones de mi cuñado. Hoy, los medicamentos mejorados luego de sus probas pruebas son los mejores valuados en la Bolsa y mi cuñado…
- ¿¡y los muertos!? – me interrumpe quejoso el señor Wells y repite: ¿¡y los muertos!? ¡Los judíos!
- ¿Y los judíos qué? La mayoría de ellos eran comunistas, radicales, encolerizados fundamentalistas de la causa rusa. Además dicen que pronto nuestra Gran Bretaña les regalará parte de Palestina: ¡Pedigüeños!
- ¿Y usted osa nombrarse periodista? El mundo se pierde si no pensamos en el otro como si fuese uno. Está en juego el futuro de la humanidad, señor. ¿No entiende?
Entonces comprendí que era imposible hablar con alguien tan viciado por los libros y la humedad. Seguramente influido por el comunismo y la literatura francesa. Lo dejé parlotear, mientras me dormitaba con la comida que mi criada me haría. Sin embargo, terminó de hablar y me pude ir a mi hogar.

Hitler

Por Mariano Dubin
“A la escritura por otras puertas”
Año 2009

El lugar es un bunker militar atiborrado de mapas, croquis y libros abiertos. La luz tenue crea un ambiente que si no fuese por la cara enferma del sr. Hitler parecería el decorado de una película de guerra. Los diálogos sobreactuados y los cuerpos detenidos en sombras perfectas exageran la impostura. Finalmente habla: hoy cualquier pelotudo me hace una carta abierta. El bastardo Freud quiso diseminar al ser ario. Si somos una piedra, imposibles de dividir. Un solo pueblo. Hitler se golpea maquinalmente la cabeza. Indivisibles, como el átomo. ¿entiende Karl? Como el átomo… como ese físico judío que decía dividir el átomo. ¡Los arios somos los únicos que queremos sumar! Los judíos solo quieren dividir, los polacos restar, los finlandeses hacer tabla del tres, los griegos buscar los puntos en una línea, los… ¿entiende, Karl? Sin embargo Karl calla con un mutismo pétreo que confirma su indivisibilidad aria.
Las manos del sr. Hitler se mueven pavorosas sobre su escritorio. Levanta un papel y sus ojos se abren en una explosión: una “carta abierta”… ¿Carta Abierta a Hitler? ¿Y quién es este judío que me escribe una Carta Abierta? ¿Lo conoce, Karl? Usted no conoce a nadie. No sé quién lo trajo aquí: ¿yo? Por Dios, no lo recuerdo… ¡Karl escuche! Sí, ya sé que está cerca mío, grito porque quiero, ¿quiere que vuelva a gritar? Mire: ¡Karl escuche!
El sr. Hitler se mueve en su búnker. Karl es sólo una sombra en el piso. ¿Quién es Remarque, Karl? ¿Judío? ¿No sabe? Llame a Heidegger, Karl. Ahora, sí, ahora. Pregúntele quién es ese judío. Mire, lea esto: “Usted Gran Dictador no ha respetado…”. ¿vio? Es judío, sólo un judío lloraría así. ¿Por qué es judío, Karl? Claro que no sabe Karl, usted no sabe nada. Así de degenerada quedó la sangre alemana con tanto judío pululando por sus calles y plazas. Es judío, Karl, porque lloriquea y todos los judíos lloriquean. ¿Pero recuerda su República de Weimar, Karl? Allí gobernaban todos juntos: judíos, comunistas, hasta gitanos habría. ¿Qué sería de nuestra patria? Austria, los Sudetes, Alsacia y Lorena… Hitler calla cómo si hubiera olvidado la letra del guión y el silencio se hace engorroso. Karl sigue siendo una sombra en el piso. ¡La imprenta! Grita Hitler levantando el índice. La imprenta es un mal moderno, Karl. Prolifera todo tipo de basura judía. Gracias a la nueva patria que estamos forjando estamos curando a nuestro pueblo de la influencia judía y comunista. Cuántos escritores, músicos, psiquiatras envenenaban nuestras mentes de propaganda hebrea internacional. Se han desarrollado por el mundo, Karl Son una plaga. Hitler levanta informes y los va desparramando por el escritorio. ¿Has escuchado hablar de los Entre Ríos? Una provincia de la Amazonas del Brasil: Todos judíos. Lo dice este informe. ¡Ah pero extraño al señor Lang! Hitler se muestra apesadumbrado. ¿Has visto Metrópolis? Eres una bestia ignorante, Karl. Qué fílmico, qué pureza de valores. Pero, ¿sabes qué hace el señor Lang hoy? Basura judía, en Estados Unidos. Ese cine muestra la clara debilidad de un pueblo que ha convivido con negros y mulatos largo tiempo. ¡Si hasta Brecht escribe guiones para el cine de Estados Unidos! Propaganda judía, Karl. Hitler parece recordar algo y sonríe… ¿y Remarque? ¿Ese judío? ¡Le dije que llame a Heidegger ahora! ¡Quiero saber quién es ese judío que me escribe una carta abierta! ¡Llame! ¡Llame!

martes, 17 de agosto de 2010

¿Por qué escribo?

Por Celeste Lucca
A la escritura por otras puertas
Año 2009

A partir de “Los tres mosqueteros” de Alejandro Dumas.
“A nosotros echen la culpa del placer o del aburrimiento que esta obra produzca.
Sentado esto, pasemos a nuestra historia.”
Alejandro Dumas “Los tres mosqueteros”

¿Borges habrá leído a Dumas?, cuánto de cierto hay en eso que suelen decirme de que más que leer lo nuevo debería leer lo viejo, lo fundacional. Conocer a Jorge Luis, sí, pero ver antes (o después, pero antes que a otros) a aquellos que estuvieron antes que él; aquellos a lo s él leyó y admiró.
Y ¿porqué escribir?, ¿para qué?, es la eterna pregunta que jamás me he hecho, y jamás me hago.
Escribo porque así me sale, no es ni siquiera una elección, o así me gusta creerlo. Escribo y leo como respiro. Porque es lógico, es natural en mí, es lo que debo hacer.
Que lo haga bien o mal queda a juicio y criterio de quien lea mis líneas. Eso, sin embargo, no representa un límite a que lo siga haciendo.
Intentar cosas nuevas; soltar la lapicera y que mi mente corra sola sin ataduras, sin estructuras bien meditadas en las cuales lo que salga tenga que cuadrar a la perfección; escribir mejor, signifique lo que eso signifique; ser más yo cuando escribo, ésas sí son elecciones, las únicas posibles, al menos para mí.
Y si la locura de la tinta libre me trae comodidades, trabajo y demás, bienvenidas sean. Y sino, lo mismo seguiré escribiendo.
Esto es tal cual lo digo. Es decir, una completa falsedad.
Tal vez no sea tan así. Tal vez comencé a escribir porque era una necesidad y ahora simplemente queda lindo decirlo. Tal vez necesitaba de la hoja escuchándome y ahora tan sólo sea un capricho.
Salvo por el hecho de que no dejo de hacerlo y lo hago sin obligarme.
Tal vez lo que escribo, como las palabras mismas, sea una mentira útil y nada más.
Una falsa catarsis, un refugio potencial, el último reducto de mi libertad; único lugar donde soy. Realmente. Falsamente. Ficticiamente.

lunes, 12 de julio de 2010

Equipaje

Por Karina Comas
"A la escritura por otras puestas"
Año 2009

Miró una vez más a su alrededor: todo estaba en su lugar.
El pasillo le pareció largo, tal vez por su paso aletargado por los años que recorrían lento, sin prisas, pero con pausas. Eligió como destino la biblioteca, allí donde el infinito se filtraba por las paredes, con luces y sombras, con angustias y placeres. Con la memoria como aliada, se dirimió entre los lomos desgastados, los cosidos con hilo, los encuadernados modernos. Difícil elección, tal vez la más compleja de sus últimos años. La danza de autores y títulos la mareó por un momento. No había orden, porque la pasión no sabe de reglas y no reconoce estantes, ni colores ni tamaños. Y en esa topografía reconoció todo su andar y eligió el camino que se recorre a pie. Se paró frente a aquellas Mujercitas, a Papaíto Piernas largas, a los Cuentos para Verónica y tarareó Canciones para mirar con sus melodías eternas. Se apresuró y encontró aquella frase de El Principito mientras recordaba lo mucho que lo había amado. Y lloró con el ejemplar de Corazón, otra vez con lágrimas dulces pero viejas. Se sentó en el largo sofá de su abuelo, desplegó las alas y le pidió a Juan Salvador Gaviota que la llevara de nuevo a su adolescencia. Allí pudo apretar con fuerza a las Memorias de aquella joven formal y trató de atrapar algunos Cronopios que buscaban fama. Y entonces sintió que el Amor no respetaba los tiempos del cólera, que seguía existiendo porque siempre había un Profeta llamado Siddhartha. Y una sonrisa le dibujó la juventud, cuando los años se desperezaban en su propia escritura libre, cuando por fin se animó a entrar en castillos con fantasmas y leer Cuentos de Navidad. Pero aunque su alma quería dar la vuelta al mundo en ochenta días, sintió que sus raíces eran como las del álamo Carolina. Intentó respirar el aire fresco, pero el horror y el miedo habían paralizado sus tierras.
Entonces dejó fluir su sangre por las venas abiertas y escuchó las voces de aquellos que hablaban de empezar de nuevo, como tantas otras veces. Tocó arenas cálidas en busca de aquellos capitanes que buscaban afecto, los adoptó y los juntó en el Libro de los abrazos.
Guardó todo eso. Lo acomodó en su bitácora, junto a su bloc de notas y su lapicera negra de trazo fino y partió.